(Conferencia a desarrollar en Río Claro, Brasil)
Clemente Padín
Las firmes relaciones entre la poesía visual y el arte correo no son casuales y se originan, ciertamente, en sus estatus de artes no ovacionadas por el sistema cultural oficial, es decir, de sub-artes o cosas que están allí para que se entretengan los artistas alternativos. Considerando, además, que son entidades totalmente diferentes: el arte correo es un soporte, un medio de difusión. Apenas si puede intervenir levemente en las obras que difunde en tanto componente de la forma de expresión, es decir, con su “ruido”, con los “accidentes” que provoca su manipulación por los funcionarios del correo, el azar o por las indecisas órdenes de envío y/o de remito. Me refiero a los procedimientos propios de la oficina postal, estampillas y sellos de goma oficiales, la disposición espacial de los textos en la postal o en el sobre, las direcciones de los remitidos y los remitentes…todo ello expresa y se suma a la gama de procedimientos artísticos previstos por el artista.
¿Cuáles han sido los objetivos del arte correo desde las primeras experiencias de Ray Johnson a mediados de los 60s? Ray Johnson enviaba obras inconclusas a sus amigos para que las terminaran y enviaran a determinadas Galerías antes de cierta fecha límite. Los objetivos eran la interacción y la difusión de la obra de arte bajo el control de los propios creadores y, sobre todo, la comunicación personal, sin intermediarios. No se trata de una corriente de expresión artística específica centralizada en un "ismo" (como el Surrealismo o el Abstraccionismo, etc.) sino de una forma artística que admite cualquier medio y cualquier corriente estética: The Eternal Network de Robert Filliou, el proyecto utópico, tal vez inalcanzable, de la comunicación permanente y constante de todos en todos los tiempos a través de todos los medios de comunicación disponibles.
En esta forma particular de arte (ya que es una forma simbólica de expresar la realidad) en la cual prevalece el valor de uso por sobre el meramente mercantil o de cambio, predominan los componentes de relación o fáticos que predisponen al acto comunicativo. El Network es una forma artística que pone el acento en la comunicación y enfatiza el arte en cuanto producto de comunicación, fruto del trabajo humano (work) y, en cuanto trama de relaciones entre los comunicadores, unidos en la red, el circuito que les permite la interconexión postal y/o la electrónica, vía internet (net).
En cambio la poesía visual es un género artístico derivado de la poesía y la Literatura. No es un soporte, es una forma de arte que se vale determinantemente del lenguaje verbal, ya sea en su vertiente semántica (con significado verbal) o asemántica (sin significación verbal expresa). Al estar caracterizada como “visual” se percibe que el énfasis de su forma de expresión es la dimensión visual del lenguaje verbal. Las palabras se “comprenden” en la mente de cada uno, pero también se ven… ¿De qué trata todo esto? La Academia diría:
“la poesía experimental se concreta en toda búsqueda o pesquisa expresiva o proyecto semiológico radical de investigación o invención de escritura o lectura (codificación y decodificación), cualquiera fuera el medio empleado, ya sea a través de sus incontables formas de transmisión como, también, a través de las variadas posibilidades de consumo o recepción que se aplique al lenguaje”.
La poesía es el arte la palabra pero, sobre todo, de la palabra en tanto verbo, significado, dimensión semántica. Sin embargo, junto a esta fundamental función del lenguaje de expresar a través del signo lingüístico, existen otras dimensiones que también aportan y contribuyen en la concreción del mensaje poético. Estas otras dimensiones son la visualidad, la oralidad, la gestualidad, lo performático o la actuación, la virtualidad, etc. Desde los albores de la civilización estas dimensiones del lenguaje han asistido las expresiones verbales. En estos poemas el verso y la línea, van creando la forma visual a la cual alude el texto verbal. Es decir, la dimensión visual acude en ayuda y refuerza el contenido semántico sin, por ello, agregar mayormente nueva significación a lo ya expresado por el texto. En cambio, sobre todo luego de Mallarmé, cuando la forma de la expresión provoca un plus de información, es decir, cuando no sólo complementa la expresión verbal sino que la amplía agregando nuevos sentidos, asistimos al milagro de conjunción de las formas de expresión verbal y visual en el poema.
Sin duda, el arte correo y la poesía visual no son los mismos de los 60s. y ambas entidades, en general, han dejado de cuestionar el arte oficial o vigente en las sociedades. Hoy día, sus procesos de institucionalización han llegado muy lejos (este evento es prueba de ello). Ambas entidades han sido aceptadas en Bienales y Congresos académicos y de todo tipo, siendo objeto de estudios universitarios y perpetuados en libros y antologías, se han convertido en las prima donnas obligadas en toda revista de arte que se precie y están a punto de ser integradas socialmente, es decir, incorporadas al mercado para legitimar el estatus social vigente, es decir, para consolidar y perpetuar el sistema imperante: la típica operación de absorción y recuperación de un cuerpo extraño en la estructura cultural de una sociedad. Sin duda el cambio más importante se operará a nivel de su función social al dejar de ser un instrumento de comunicación para convertirse en una mercancía con un precio controlado por la oferta y la demanda del mercado del arte. Pero ello ocurrirá cuando perdamos el control sobre nuestra obra y su proceso de difusión, cuando la Institución y la Curaduría se adueñen de la organización de nuestros eventos colectivos y cuando derivemos nuestra responsabilidad social a lo meramente personal. Ya hemos percibido algo de esto: hay institutos postales que están organizando exposiciones internacionales de arte correo con la ayuda de artistas correo y hay museos, galerías e entidades culturales que están comprando archivos de poesía visual y arte correo cuando no organizando, ellos mismos, exposiciones para acrecentar su acerbo de obras.
No fue casual que las primeras experiencias de conjunción de arte correo y poesía visual provinieran de países sojuzgados por dictaduras militares y/o regímenes políticos-sociales de fuerte control social, como los estatuidos en los países detrás de la llamada “cortina de hierro”. Por un lado la intensa condensación conceptual que prové la poesía visual y, por otra, la rapidez de difusión mundial que aportaba el arte correo. Los ejemplos abundan. Prácticamente de los 400 poetas visuales participantes en la Exposición Exhaustiva de la Nueva Poesía en Montevideo, Uruguay de 1974, la mitad practicaban el arte correo, contabilizándose más de 80 de las repúblicas de Este europeo. Ni hablar de los artistas de América Latina que ya estaban viviendo en plena dictadura o en ciernes. En aquella primera etapa se destacan los artistas postales Pedro Lyra, autor del conocido “Poema Postal”, Joaquim Branco, Paulo Bruscky, Dante Velloni, Samaral, Gastao de Magalhaes, Julio Plaza, Avelino de Araújo, Daniel Santiago, L. M. Andrade, Leonhard Frank Duch y Odair Magallanes; los argentinos Edgardo Antonio Vigo, Horacio Zabala, Carlos Ginzburg, Graciela Gutiérrez Marx, Juan Carlos Romero, Luis Iurcovich, Luis Catriel y Luis Pazos; en México se destacaron Felipe Ehrenberg y Pedro Friederick; en Chile se destaca Guillermo Deisler, en Colombia Jonier Marín, en Venezuela Diego Barboza y Dámaso Ogaz, en Uruguay Jorge Caraballo, autor del poema “Patria” y quien esto escribe. Sabido es que la represión militar cobró una pesada deuda por ejercer la libertad de difundir nuestra disconformidad ante la inhumanidad de estos regímenes arbitrarios pero no fue suficiente para acallar nuestra voz.
Las razones de su supervivencia a través de más de 40 años y el número varias veces milenario de sus cultores en todo el mundo le hacen la corriente de expresión artística más grande y extensa de las conocidas hasta el momento. Una de las razones de esa permanencia ha sido el respeto tácito a una serie de reglas que se fueron dando espontáneamente: no se produce para el mercado del arte, por lo cual no se vende ni hay jurados que seleccionen las obras. No hay límites en relación a las técnicas empleadas ni en relación a las corrientes de expresión estética; tampoco hay devolución de obras que pasan a integrar el archivo del receptor. El género artístico, ya sea literario, plástico, musical, fotográfico, etc. es irrelevante pues lo que interesa es la comunicación y no el contenido que puede tener los más diversos tenores. Tampoco hay categorías, ni maestros, ni principiantes, ni líderes ni sumisos, ni obligaciones de ninguna naturaleza. Se puede ingresar y salir de las redes de comunicación cuando se quiera sin ningún problema.
La mayor novedad del arte en la red o en la weg o internet reside en la interatividad naturalmente existente en las redes de comunicación a distancia que el arte correo y la poesía visual vienen cultivando desde hace más de 40 años. Mientras en otros lugares tienden a lo banal, al cultivo del currículum personal y al mercado del arte, en nuestros países, no han podido substraerse al condicionamiento que nuestras tradiciones libertarias le han impuesto y, casi naturalmente, se han constituido en instrumentos de lucha y denuncia insobornable sumándose al tenaz esfuerzo de nuestros pueblos por acceder a la libertad y al control de sus riquezas por ellos mismos de la misma manera que nosotros estamos luchando por mantener el control de nuestra creación.
La mayor novedad del arte en la red o en la weg o internet reside en la interatividad naturalmente existente en las redes de comunicación a distancia que el arte correo y la poesía visual vienen cultivando desde hace más de 40 años. Mientras en otros lugares tienden a lo banal, al cultivo del currículum personal y al mercado del arte, en nuestros países, no han podido substraerse al condicionamiento que nuestras tradiciones libertarias le han impuesto y, casi naturalmente, se han constituido en instrumentos de lucha y denuncia insobornable sumándose al tenaz esfuerzo de nuestros pueblos por acceder a la libertad y al control de sus riquezas por ellos mismos de la misma manera que nosotros estamos luchando por mantener el control de nuestra creación.Optar por la comunicación y, no por el mercado, fue una opción política que definió desde sus comienzos al arte correo y la poesía visual. Desde fines de los 60s. predominaron las movilizaciones de "acción urgente" nacidas para coordinar los esfuerzos individuales en acciones grupales de mayor eficacia.
Hoy día, el arte correo, consolidado, después de estar presente con su voz en casi todos los grandes eventos históricos de estos últimos 40 años, se ha volcado a hacer real la comunión de los medios aplicados a la “comunicación a distancia” en sus proyectos constituyéndose en un motor para la activación y expansión de la red, lo cual acentúa el carácter transformador del arte correo y de la poesía visual que incluso, al borde de lo artístico, son capaces de proponer y oponer resistencia a la cultura institucional y al control social que ejercen los medios.
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