lunes, 13 de julio de 2009

I MUESTRA INTERNACIONAL DE POESÍA VISUAL Y EXPERIMENTAL EN VENEZUELA

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En homenaje a Juan Calzadilla y Clemente Padín

Comisario Curador : Franklin Fernández








Colaboradores: Tarek William Saab, Juan Calzadilla, Carla Di Martino, Pilar Gispert, Luis Alberto Crespo, Keyla Holmquist, Daniel Madrid, Oswaldo Rosales y Chema Madoz

Organizadores: Gobierno Bolivariano de Venezuela, Gobernación del Estado Anzoátegui, Galería de Arte Pedro Báez, Fundación Red de Arte.

Artistas y poetas participantes: Enrique Lechuga (México); León Ferrari (Argentina); Chema Madoz, Julia Otxoa, Bartolomé Ferrando, Joaquín Gómez, Isabel Jover, Cesar Reglero, Fernando Costa, Manuel Costa, Claudia Quade Frau y Antonio Gómez (España); Antonieta Sosa, Ximena Benítez, Juan Calzadilla, Linda Phillips, Alberto Asprino, Gustavo Pereira, Ramón Ordaz, Franklin Fernández, Pilar Gispert, Tarek William Saab, Keyla Holmquist, Andrea Calzadilla, Valentin Malaver, Carlos Yuste, Yucef Merhi y Milagro Haack (Venezuela); Aldo Alcota, Ludwig Zeller y Daniel Madrid (Chile); Humberto Ak’abal (Guatemala); Fernando Aguiar (Portugal); Claudio Trindade (Brasil) y Clemente Padín (Uruguay).




Ilustrando las concepciones del curador de la muestra, el artista, poeta y crítico Franklin Fernández, incluimos esta breve declaración de su autoría:

LA POESÍA VISUAL

1
La poesía visual nace donde termina la palabra. Donde termina la palabra comienza el silencio. Donde termina el silencio comienza la escritura.
2
La poesía visual comienza donde termina la escritura. Donde termina la escritura comienza el objeto. Donde termina el objeto comienza la imagen. Donde termina la imagen comienza la palabra. Es un estado cíclico.
3
La poesía visual es el arte de ver poesía en las cosas, es el arte de ver poesía, es el arte de ver…
4
La poesía visual nace en la imaginación. De la imaginación pasa al papel, del papel a la calle y de la calle a la acción. De la acción al hombre.
5
La poesía visual nace en el discurso en movimiento. Es cuerpo y alma en movimiento. Es movimiento lúdico, movimiento lírico, movimiento en busca de otros movimientos.
6
Sí, la poesía visual es movilidad corporal y agitación verbal plena.
7
La poesía visual juega con esa dualidad inherente en cada signo, en cada símbolo, en cada pincelada. De manera que cada palabra crea una interdependencia perceptiva entre el ojo y la imagen, como una buena ilusión óptica.
8
La poesía visual no hace visible lo invisible. La poesía visual hace visible lo visible.
9
La poesía visual pone en relieve lo frágil de la escritura. Es decir, deshace y rehace la escritura. Luego le da fuerza a esa fragilidad más allá de la corporeidad de la palabra.




10
La poesía visual invita a reflexionar sobre la riqueza de los objetos. Los objetos invitan a reflexionar sobre la riqueza de las imágenes. Las imágenes invitan a reflexionar sobre la riqueza de las ideas.
11
La poesía visual es capaz de darle forma a una gota de agua. Es capaz de transformar la página de un libro en un espejo. Pregúntenselo a Chema Madoz.
12
¿Qué es la poesía visual sino un sendero para mirar lo que nunca veremos? La alquimia de su composición reside en lo oculto, en lo misterioso, en lo no visto.
13
La poesía visual entra por la A y sale por la Z. Pocos, como Joan Brossa, han hallado la puerta de entrada y de salida.
14
La poesía visual ha de dar sentido a cosas que ya tienen uno. ¿Acaso detrás de una hoja no se esconde la forma de una pluma? ¿Acaso detrás de una pluma no se esconde la forma de una hoja?





15
Juan Calzadilla cree estar escribiendo cuando está dibujando. Clemente Padín cree estar dibujando cuando está escribiendo.
16
Las letras saltan del papel. Danzan al ritmo de una composición, de una melodía.
17
La poesía visual es cambio hacia nuevos lenguajes. Lenguajes en relación a otros lenguajes. Ideas en relación a otras ideas. Caminos en relación a otros caminos.
18
La poesía visual es expresión en relación a otras expresiones. Manifiestos en relación a otros manifiestos. Enunciados en relación a otros enunciados.
19
“Los poetas malditos se entretienen tirándoles pájaros a las piedras”. Nicanor Parra. ¿Por qué los poetas tienden a ver las cosas al revés? ¿Por qué lo observan todo bipolarmente? ¿Por qué Joan Brossa nos hace ver la palabra Azul escrita en letras rojas y la palabra Rojo escrita en letras azules? ¿Acaso son las piedras las que se mojan en el agua? ¿O es el agua lo que se moja en las piedras? ¿Es el árbol lo que yo toco o es que me toco en el árbol?





























En relación a la actividad de Franklin Fernández como creador de poemas-objeto y entrevistador sumamos este texto sobre su obra de uno de los poetas homenajeados, Juan Calzadilla.

LA EXPLORACIÓN POR LA PALABRA

La investigación documental entendida como entrevista, testimonio personal, documentación fotográfica y/o fílmica, realizada en el sitio de trabajo o en el entorno doméstico o social de los artistas plásticos, ya no pareciera interesar a la crítica y a los museos de hoy con la intensidad y entusiasmo con que estos recursos se emplearon, para no ir muy lejos, en las décadas del sesenta y del setenta de nuestro arte. Por esa época, y gracias a tal estímulo, los creadores populares que se conocieron como naïfs o pintores intuitivos, alcanzaron gran difusión y estima al punto de que su revelación -generalmente acompañado de significativas exposiciones- fue en gran medida obra del esfuerzo de un grupo de promotores por el estilo de Carlos Contramaestre, Alfredo Armas Alfonzo, O. González Bogen, Willy Aranguren y, más tarde, Mariano Díaz, quienes de manera desinteresada y con muy poco apoyo de las instituciones se volcaron a la tarea de recorrer el país para rescatar, estudiar, valorar y dar a conocer, a través del testimonio y la palabra, a tales ingenios. La calificación de pintores como Bárbaro Rivas, Salvador Valero, Feliciano Carvallo, Víctor Millán, Emerio Darío Lunar, Antonio José Fernández, Josefa Sulbarán, Armando Rafael Andrade, Carmen Millán y tantos otros, fueron fruto de una aventura exploratoria que nunca partió de los museos, pero que concluyó con la aprobación de éstos. Tanto es así que gran parte de la información que hoy se maneja sobre estos creadores marginales constituye una abundante base de datos iniciada a partir de la Investigación personal realizada por aquellos -para decirlo de algún modo- curadores itinerantes.





La misma referencia puede llevarnos, no al campo de las artes intuitivas, sino a ese otro espacio, más instruido, conocido como arte "culto" y reservado en este caso a jóvenes que pugnaban por revelarse y a quienes no se estaba dispuesto a prestar atención cuando faltaba para respaldarlos el juicio de la crítica o el apoyo testimonial del investigador independiente y apasionado. Mucho de lo que en calidad documental se hizo por entonces para rescatar la memoria del arte, en lo que éste tiene de más deleznable pero más imperioso, queda plasmada en entrevistas enjundiosas, reportajes fotográficos y fílmicos hechos a nuestros artistas plásticos consagrados como Manuel Cabré, Pedro Ángel González, César Prieto, Alejandro Otero, Francisco Narváez, Pascual Navarro, Jesús Soto, para solo referirnos a los que, antes de morir, recibieron el beneficio de una copiosa literatura testimonial. Todos ellos hubieran sido menos reconocidos hoy si el abordaje de sus obras se hubiera limitado exclusivamente al trabajo de los críticos de arte y si éstos no hubieran acudido, para sus juicios, a la palabras, imágenes, conversaciones, grabadas o impresas, que quedaron como documentación imprescindible para el estudio de sus trayectorias.





Franklin Fernández, artista experimental y poeta minimalista, de obra en ascenso y ya reconocida, retoma el género testimonial para proporcionarle un formato cuya eficacia está demostrada por las amplia cobertura que sus entrevistas a creadores de diverso signo han recibido en la prensa y en páginas de internet. Sin ninguna clase de prejuicios –como los que ha generado la odiosa separación de "arte culto" y arte popular-, Fernández concibe sus entrevistas –parte de las cuales se reúne en este volumen- dentro de un amplio espectro temático que va del arte primitivo asentado en tradiciones raigales o de naturaleza espontánea, a la obra de artistas contemporáneos cuyos registros coinciden y de cierta manera se identifican con el lenguaje personal que, en torno a la poesía objetual y al objeto poético ha venido desarrollando Fernández como núcleo de su propuesta estética, en el marco de un arte experimental donde interaccionan forma e invención por la palabra, imagen y objeto.

Sin embargo, lo que podría parecer contradicción entre dos saberes estéticos tan opuestos –lo popular y las vanguardias- se resuelve aquí en una conjunción amorosa de sentidos en la cual lo importante pareciera ser para Fernández explorar hasta donde sea posible la relación entre el arte como objeto y símbolo y la palabra como concepto que explica la situación originaria en que se instala el creador para realizar su obra. Constatamos así, a través de la inquisitiva mirada de Fernández, que la razón que de sí mismo y de su universo nos da el artista constituye parte esclarecedora de su propia obra, y que sin esa auto- revelación personal, tal como se consigna en estos testimonios, sería de escasa utilidad –y hasta vacuo- considerar que esa obra podría pasar por sí sola a la historia.




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2 comentarios:

Milagro Haack dijo...

Mis saludos Clenente y agradecida por este espacio que visito hoy. Me llevo mucho para este continuar.
Hasta pronto
Milagro Haack
Valencia. Venezuela

Rocío dijo...

Tuve la oportunidad de conocer al maestro Clemente Padín, acá en caracas, en la Universidad de las Artes (UNEARTE, en julio de 2009.

Tuvo bien en ofrecernos un conversatorio sobre la poesía VISUAL.Fue un grato momento que no olvido y que me ha llevado a investigar más sobre el HECHO POÉTICO y sus múltiples aristas.
Esa visita y sus palabras me handado ideas para canalizar mis búsquedas poéticas a través de la fotografía y del sonido.

Todos agradecemos su visita y ojalá nos volvamos a ver, sea acá en Caracas o allá en el Uruguay .

Gracias Maestro Padín.

Rocío Navarro gotaderocio71@gmail.com